miércoles, 10 de septiembre de 2025

Venado asesino, en Estudio Los Vidrios - Adaptación de la novela de Santiago Nazarian (Brasil, 2023) con dirección de Maruja Bustamante.

Venado asesino propone una adaptación libre que no busca suavizar ni justificar, sino abrir la incomodidad de escuchar lo que habitualmente se calla. Entrar en las razones del odio, normalizarlas o confrontarlas, es hoy casi un ejercicio cotidiano en un mundo en el que la extrema derecha atropella humanidad sin límite. Pero acá la pregunta se me vuelve más incómoda ¿qué pasa si prestamos oído a quien decide romper con la espera, con la tolerancia, y asesina a un presidente de ultraderecha? El espectador queda atrapado en un vaivén entre moral, morbo, corrección política y fascinación marginal. En el diálogo entre Ángel (Lisandro) y Rodolfo (Max), la obra despliega un zigzag elocuente, cínico y divertido, que oscila entre la confesión íntima, el psicologismo, el interrogatorio policial o el tono frívolo de un programa televisivo berreta. Esa combinación instala un humor ácido y un sarcasmo constante que funcionan como un estándar de doble vara: incluso una audiencia progresista y “deconstruída” puede descubrirse riéndose de lo cuestionable. Esa risa, más que alivio, es una forma de subrayar la inteligencia del planteo. La dirección acierta en concebir el dispositivo como una suerte de cámara Gesell, el público no solo observa sino que es interpelado como testigo, casi cómplice, de esta conversación mutante. Las licencias escénicas, proyecciones, entradas y salidas que rodean al espectador, quiebres de convenciones teatrales, refuerzan la sensación de estar dentro de un laboratorio ético donde la crudeza no se esquiva. En lo actoral, Lisandro ofrece un Ángel accesible, cercano, que dosifica cinismo y humanidad en dosis inquietantes, mientras que Max construye un Rodolfo entrañable, capaz de encarnar las contradicciones de quien actúa por una convicción inalcanzable, empujado por una sociedad que lo margina hasta el hartazgo. El resultado es un duelo intenso, que por momentos descoloca y por otros genera una empatía tan incómoda como necesaria. La adaptación, lejos de ser un ejercicio abstracto, está anclada en la actualidad más precisa: habla desde una Argentina convulsionada por la mismisima gobernabilidad descerebrada que tenemos, pero también dialoga con un mundo que padece las consecuencias de los años de violencia arrastrados y contemporáneos. En esa sintonía, "Venado asesino" no se limita a narrar un magnicidio: señala, combate y denuncia de frente la violencia estatal y social ejercida por sectores ultra privilegiados y amplificada por formadores de opinión. Su valor está en no temerle a la incomodidad, en poner al espectador en jaque frente al absurdo resurgir de las ultraderechas. Una propuesta heterodoxa, original y valiente, que hace del teatro un terreno donde lo inmoral, lo político, lo sarcástico y lo visceral chocan de frente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Venado asesino, en Estudio Los Vidrios - Adaptación de la novela de Santiago Nazarian (Brasil, 2023) con dirección de Maruja Bustamante.

Venado asesino propone una adaptación libre que no busca suavizar ni justificar, sino abrir la incomodidad de escuchar lo que habitualme...