lunes, 13 de octubre de 2025
Algo horrible y maravilloso - de Patricio Ruiz con dirección de Pilar Ruiz y Amalia Tercelán, en La Carpintería
Hay algo en esta obra que pulsa como el mar. Un oleaje que avanza, retrocede y vuelve a golpear en el mismo punto hasta deformarlo. Las historias se superponen, se mezclan, se desintegran tomando diferentes formas con mismas palabras. Lo que fue un hecho concreto -la desaparición de una niña- se multiplica en versiones, ecos y fantasmas que conviven en un mismo territorio: la playa y el mar, ese espacio donde el tiempo se desordena y las emociones se mezclan con la arena.
"Algo horrible y maravilloso" exige atención y entrega de creatividad propia. Pide ser mirada no solo con los ojos. No hay una línea única que seguir, lo que parece claro se diluye en otra perspectiva, y lo que parecía lejano vuelve a aparecer como un reflejo fugaz. Antes, después, al fondo, arriba, ahí donde estaba yo, o ella, o las dos. La obra juega a hacer de su propia incomprensión un lenguaje: lo que no se entiende también comunica, y lo que se repite no cansa, sino que insiste hasta volverse la revelación que desaparecerá para volver a comenzar.
Lo horrible y lo maravilloso conviven como dos olas que chocan entre sí. Lo horrible se vuelve bello y lo bello amenaza con destruir. Esa tensión es la materia escénica con la que se construye este delirio narrativo, un tejido de imágenes que se doblan y se distorsionan rozando contradicciones ¿Qué estoy viendo? ¿Estoy viendo algo? La pregunta se vuelve parte de la experiencia: mirar es también perderse.
Con un estilo kitsch-glam-queer, la puesta es una coreografía eléctrica y continua, de alto voltaje, donde el artificio se asume con placer, erotismo y diversión. El elenco se entrega con la misma energía que lo hace el mar, lo dan todo y lo retiran todo y vuelven a empezar. El humor, agudo y repentino, emerge incluso desde las profundidades, recordando que la risa y el espanto muchas veces laten al mismo ritmo y son horrible y maravillosamente cercanos.
No hay un solo relato, sino un mismo hecho narrado desde mil formas posibles. La obra se permite ser fragmentaria, delirante, contradictoria, como si cada intento de entender lo sucedido abriera un nuevo pliegue, una nueva boca que dice algo distinto. Una playa donde todo lo que se dice sucede. Y como se dicen muchas cosas, muchas cosas suceden.
Entre lo sonoro y lo físico, entre la música y la respiración, "Algo horrible y maravilloso" construye una experiencia sensorial que va más allá del qué pasó para preguntarse qué pasa con lo dicho, qué sigue pasando mientras intentamos entender.
Una creación que late con el pulso de su propio mar interno realizada en el marco del proyecto final de la carrera de Formación del actor/actriz de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático de la Ciudad de Buenos Aires, 2024.
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