"Pablo Rotemberg: Lecture on Nothing" se despide con esa mezcla de lástima y necesidad que solo generan los trabajos que ya cumplieron su ciclo vital. Una despedida justa, que deja abierta la respiración para lo próximo, para lo inevitablemente venidero del universo Rotemberg.
La propuesta es una conferencia performática sobre la obra que ES Pablo Rotemberg y sobre la que sigue siendo su obra mientras se hace. Un acontecimiento donde explicar es actuar, donde el recorrido de sus piezas, sus obsesiones y el paso del tiempo sobre ellas y sobre él se vuelve un dispositivo feroz, sincero, casi violento por la transparencia con la que se entrega y con el humor filoso caracterisitico. No pedir permiso: ser el permiso.
En escena Pablo, La Kuma, Ayelén, Carla y Lucio juegan con la lógica de siempre, pero desplazada; hacen lo que siempre hacen, pero desde otro ángulo, con una nostalgia estratégica que ilumina el pasado como si fuera una preparación para el futuro. Entre chistes y golpes, entre castigo y danza, componen con el cuerpo lo que sus palabras no terminan de decir. O lo dicen demasiado claro.
El dispositivo vibra a flor de piel un legado que nunca alcanza, la comparación inevitable, el amor cínico por la danza, la falsedad luminosa del éxito, el desgaste de volver a intentar el límite que ya conocen como si fuera nuevo. Y, sin embargo, lo es. Ese cinismo melancólico propio de Rotemberg se vuelve columna vertebral de la pieza y motor de su humor seco, incómodo, profundamente lúcido.
Hay algo fascinante en cómo esta obra, estrenada apenas post-pandemia y luego adaptada a la escena no virtual, conserva una impronta de transición. No se nota a simple vista, pero está ahí: una marca temporal, un borde entre el encierro y la vuelta al cuerpo colectivo, un ajuste en el mecanismo que habilita otra lectura del material. Una obra que sabe de dónde viene y hacia dónde empuja.
La reconstrucción de lo emblemático del universo Rotemberg, sus coreografías, sus tensiones, sus obsesiones, sus prótesis estéticas conviven con una crítica sensible, casi tierna, a la experiencia misma de repetir sus propios gestos. Reinterpretar sus límites como punto de partida es, acá, una decisión política, un chiste autorreferencial que es a la vez homenaje y burla, celebración y ajuste de cuentas.
"Lecture on Nothing" juega en múltiples planos y desafía cada borde que toca. Es una conferencia que no busca explicar, sino encarnar la imposibilidad de explicarse. Una obra que se ríe de sí misma mientras se despedaza con precisión y una tracción a sangre que encuentra su comprensión en proyecciones y graves directos al pecho.
Una genialidad más en el repertorio Rotemberg, donde nada es suficiente, todo es demasiado y, aun así, todo tiene perfecto sentido.
